En la consulta se evalúa al paciente y en caso de requerirlo se realiza el procedimiento quirúrgico en consulta o en casos de mayor dificultad, en quirófano.
También contamos con herramientas como criocirugía o la terapia fotodinámica, ampliando así las opciones terapéuticas de diferentes enfermedades.
Enfermedades más frecuentes
Pequeñas tumoraciones múltiples, pedunculadas, de color sonrosado o pigmentados, que suelen ocurrir a mediana edad, localizadas en el cuello o zonas intertriginosas.
Pueden tener un carácter familiar. Cuando las lesiones son de mayor tamaño se denominan fibromas blandos o péndulos. Son benignos y no presentan mayor problema.
El tratamiento es su resección quirúrgica.
El cáncer de piel es una enfermedad maligna producida por la división y crecimiento descontrolado de las células que la forman, con capacidad para invadir los tejidos y estructuras sanas de alrededor y en algunos casos, a otros órganos a distancia.
Existen varios tipos entre los que destacan el melanoma, el carcinoma espinocelular y carcinoma basocelular.
El principal factor de riesgo implicado en su aparición son las radiaciones solares (fundamental en los carcinomas) sobre todo las de tipo B (UVB) y las de tipo A (UVA).
En la piel, estas radiaciones son capaces de producir mutaciones en el material genético (ADN) de las distintas células que componen la piel e impedir su reparación, iniciándose así el proceso de la carcinogénesis o formación de un cáncer.
Es de vital importancia, visitar al dermatólogo, para la evaluación completa y realizar un despistaje de cáncer de piel una vez al año.
La detección temprana, es el mejor tratamiento. De requerirlo, en la clínica contamos con los métodos de diagnóstico y tratamiento necesarios para el paciente.
Terapia Fotodinámica
Terapia fotodinámica es un tratamiento selectivo para algunos carcinomas de la piel, como el carcinoma basocelular superficial y algunas lesiones precancerosas, como la queratosis actínica (lesiones rojizas rasposas que, además de ser precancerígenas, dan un aspecto antiestético a la piel, mostrándola más envejecida).
El tratamiento consiste en la aplicación sobre la lesión de una crema de metil-aminolevulinato (agente fotosensibilizante).
Después, se cubre la zona con un apósito oclusivo que se retira al cabo de 3 horas. Más tarde, se ilumina con una lámpara especial que activa las porfirinas intracelulares, estimulando la liberación de una serie de radicales libres e iniciándose así la destrucción de la lesión que hay que tratar.
Sus grandes ventajas son su especificidad, su selectividad (ya que no daña el tejido sano), su seguridad y sus escasos efectos secundarios. Después de 3 meses, la piel es, en general, completamente normal.
Reciben también el nombre de queratosis seniles o verrugas seborreicas y se las considera como los tumores epiteliales benignos más frecuentes.
Son muy frecuentes en personas de edad avanzada, hasta el punto de que es rara la persona de más de 50 años que no las presente.
Se suelen localizar, además de en la cara, en el cuero cabelludo, el cuello y el tronco. Suelen presentarse, en un principio, como máculas marronáceas bien delimitadas que posteriormente se hacen elevadas, tomando un aspecto verrugoso y deslustrado.
Tienen un pronóstico benigno y no se malignizan; sin embargo, deben distinguirse de otras patologías no benignas con las que se pueden confundir. El tratamiento puede hacerse con curetaje, crioterapia y la electrocoagulación.
El quiste epidérmico es el quiste más frecuente (entre el 80 y el 90%) y afecta principalmente a adultos jóvenes y de edad media, en especial a varones.
Sus localizaciones predilectas son las áreas donde predomina el acné vulgar (cara, cuello y parte superior del cuerpo).
Son formaciones intradérmicas que pueden elevar la epidermis, formando semiesferas con consistencia elástica y de tonalidad amarillenta o blanquecina. Frecuentemente están centrados por un poro.
Su tratamiento en caso de ser necesario es quirúrgico.
En personas de fototipos claros con múltiples nevus, piel fotodañada, recomendamos una revisión anual para la detectar precozmente cualquier lesión que precise cirugía o tratamientos con terapia fotodinámica.
Los nevus son tumores pigmentarios benignos formados por la proliferación de melanocitos.
Forman parte de la piel normal y de forma habitual se llaman lunares.
La sensibilización que existe en la población,unido a la elevada frecuencia con la que se presentan los llamados lunares hace que sean un motivo frecuente de consulta. Podemos clasificarlos en tres grupos: Congénitos, Comunes adquiridos y Atípicos.
Los NEVUS ADQUIRIDOS,son lesiones redondeadas,pigmentadas o no, de pocos milímetros de diámetro, su malignización es excepcional y pueden localizarse en cualquier parte del cuerpo.
Los NEVUS CONGÉNITOS, están presentes en el momento del nacimiento como una lesión pigmentada,generalmente clara, que se va haciendo más parduzca con el tiempo.
Son lesiones muy frecuentes que plantean cuestiones que son motivo de controversia en cuanto a la extirpación profiláctica, que no estaría recomendada en los pequeños y raramente en los medianos.
Un tercer grupo son los NEVUS ATÍPICOS o DISPLÁSICOS, su presencia confiere a las personas afectadas, un riesgo aumentado respecto a la población general, de desarrollar un melanoma.
Pequeñas tumoraciones múltiples, pedunculadas, de color sonrosado o pigmentados, que suelen ocurrir a mediana edad, localizadas en el cuello o zonas intertriginosas.
Pueden tener un carácter familiar. Cuando las lesiones son de mayor tamaño se denominan fibromas blandos o péndulos. Son benignos y no presentan mayor problema.
El tratamiento es su resección quirúrgica.